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domingo, 20 de julio de 2014

Hablando de Fotografía


La Fotografía

Siempre se ha dicho que la fotografía es uno de los artes más hermosos al cual, cualquier persona puede acceder, más ahora cuando la tecnología lo hace muy fácil.  Sin embargo, el resultado de una buena imagen sigue dependiendo del buen gusto y talento del fotógrafo.

Aprender a "capturar" un instante, o a "congelar" una acción, ambos irrepetibles, es un proceso que implica una práctica constante y grandes dosis de paciencia.  Los fotógrafos consagrados, muchas veces, para lograr la foto que quieren o necesitan, les puede tomar horas e incluso días; y todo ese esfuerzo se ve compensado con el resultado final de la toma, muy especialmente cuando es elogiada y comprendida en su mensaje.
De hecho existe una “teoría” que dice: "Si una persona se detiene a observar una fotografía por más de 30 segundos, la convierte en una obra de arte".
“La Fotografía es un potente medio que le permite al talento del fotógrafo captar la belleza de las cosas que tienen armonía, ver el momento preciso para plasmar en una fotografía un instante que no se repetirá”.
 Podrán observar que hay tomas que transmiten un sentimiento de paz y tranquilidad, otras lo llevan a una realidad casi palpable o a esa inocencia tan pura y propia de los niños o de nuestras mascotas; pero así también hay fotos que estremecen por su brutalidad narrativa.


 El siglo XX podría pasar a la historia como la Era Atómica, la Era del Espacio, la Era de los Computadores...Repasemos el índice de cualquier enciclopedia científica y encontraremos extensos artículos dedicados a cada una de estas conquistas: el átomo de Bohr, los aceleradores de partículas, la fusión y fisión nucleares, el transistor, la televisión... ¿Y la fotografía cuando? La fotografía, una de las técnicas que más ha evolucionado a lo largo del pasado siglo, sin embargo apenas si tiene cabida en esos catálogos. Una técnica que comenzó diciendo "¡Sonría por favor!", ¿puede colocarse junto a la Relatividad De Einstein? Cualquiera que examine con objetividad los logros de dicha técnica, hallará la respuesta por sí mismo.


Gracias a la fotografía hemos avanzado en el diagnóstico de muchas enfermedades. Con la foto se ha podido desmontar y reconstruir, pieza a pieza, grandes templos, como el de Abu Simbel, que iba a quedar sumergido por las aguas del Nilo, debido a la construcción  de la represa de Asuán. Por fotografías sabemos que los satélites de Marte no son artificiales, como decían algunos especuladores de la ficción. Con la ayuda de la fotografía se pueden descubrir las más perfectas falsificaciones de obras de arte. Los elementos más diminutos han quedado registrados en una emulsión fotográfica.


Ha transcurrido un largo camino desde que Nicéphore Niepce consiguió, en 1820, registrar y fijar las primeras imágenes obtenidas en la cámara oscura. En lo que va a ser casi dos siglos, la fotografía ha sido un testigo del acontecer de la humanidad, dejando un testimonio irrefutable de los grandes logros hechos por el hombre, en todos los campos imaginables; pero también en sus imágenes podemos ver el dolor de gente afectada por guerras y hambrunas, imágenes que nos impactan fuertemente por su realismo y crudeza, otras nos recuerdan lo omnipotente que puede ser la Naturaleza cuando nos castiga. Hay fotografías que nos llevan a contemplar bellezas, que nos permite pensar, reflexionar o simplemente soñar que estamos en ese lugar, una puesta de sol, un campo lleno de flores, una cascada de agua, etc. Otras nos emocionan al ver un niño con su sonrisa franca e inocente o a un gatito jugando con una pelota de lana.


Al nacer una persona, lo primero que se le otorga para quedar registrado como un miembro más de la sociedad, es un Certificado de Nacimiento y un número de identidad. La Fotografía permite a una persona, al ser fotografiada, obtener un “Certificado de Existencia”, el cual, con los años, va adquiriendo una importancia insospechada. Por eso es que podemos expresar: "este era mi abuelo, me quiso mucho y yo a él", "así era mi madre cuando era joven", "así de delgado era yo cuando tenía 18 años". En el Registro Civil, si por un problema computacional, se borrara su número de identidad o sus antecedentes, es como si nunca hubiera nacido o existido; guardando las proporciones del ejemplo, con su “Certificado de Existencia” nadie podría dudar que usted existió, aún después de muchos años de su muerte. Varias veces he estado largo tiempo observando fotografías de personas tomadas en siglos pasados, nunca las conocí, no se sus nombres ni donde vivían pero de algo siempre estaré seguro, ¡existieron!, y esas fotografías son su testimonio irrefutable.


La fotografía ha alcanzado avances casi de ciencia ficción, la sofisticación de los laboratorios para revelado permite una confianza en los resultados finales, que hacen que los fotógrafos nos preocupemos más de la composición y del mensaje. Una de las razones por las que los laboratorios para blanco y negro permanezcan a la Fotografía Clásica, es que no se invirtió tecnología de punta en ellos, y hoy en día es muy poco usual el requerimiento de este tipo de fotos, en términos publicitarios o de imagen corporativa. Alguien podría defender que con la Fotografía Digital también se logran buenas tomas en blanco y negro, como fotógrafo de la “vieja escuela” digo que no todavía, la gama de grises que se obtiene en fotografías captadas en una película blanco y negro de 35mm aún no es superada en lo digital, aunque reconozco que esto se igualará en el corto plazo.



Cuesta Las Chilcas con filtro sepia, Nikon FG, 1976


Tipos de Fotografía
 TÉCNICAS ESPECIALES
  
Hacia finales del siglo XIX la fotografía desempeñaba ya un importante papel en la astronomía. A partir de entonces se han desarrollado muchas técnicas fotográficas especiales, que constituyen importantes instrumentos en un buen número de áreas científicas y tecnológicas.


 Fotografía comercial y publicitaria

La fotografía se ha utilizado para inspirar e influir opiniones políticas o sociales. Asimismo, desde la década de 1920 se ha hecho uso de ella para impulsar y dirigir el consumo, y como un componente más de la publicidad. Los fotógrafos comerciales realizan fotos que se utilizan en anuncios o como ilustraciones en libros, revistas y otras publicaciones. Con el fin de que sus imágenes resulten atractivas utilizan una amplia gama de sofisticadas técnicas. Esta clase de imágenes ha tenido un fuerte impacto cultural. La fotografía comercial y publicitaria ha representado también un gran impulso en la industria gráfica junto con los avances en las técnicas de reproducción fotográfica de gran calidad.


 Fotografía Artística  

Los trabajos pioneros de Daguerre y de Talbot condujeron a dos tipos distintos de fotografía. El daguerrotipo positivo, apreciado por su claridad y detalle, fue utilizado en especial para retratos de familia como sustituto del mucho más caro retrato pintado. Más tarde, el daguerrotipo fue suplantado en popularidad por la carte de visite, que utilizaba placas de cristal en lugar de láminas de hierro. Por otro lado, el procedimiento del calotipo de Talbot era menos preciso en los detalles, aunque tenía la ventaja de que producía un negativo del que se podían obtener el número de copias deseadas. A pesar de que el calotipo se asoció inicialmente a la fotografía paisajista, desde 1843 hasta 1848 esta técnica fue utilizada por el pintor escocés David Octavius Hill y su colaborador fotográfico Robert Adamson para hacer retratos.
 

 Periodismo gráfico  

El periodismo gráfico difiere de cualquier otra tarea fotográfica documental en que su propósito es contar una historia concreta en términos visuales. Los reporteros gráficos trabajan para periódicos, revistas, agencias de noticias y otras publicaciones que cubren sucesos que abarcan desde los deportes, hasta las artes y la política. Uno de los primeros fue el fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson, quien desde 1930 se dedicó a documentar lo que él llamaba el "instante decisivo". Sostenía que la dinámica de cualquier situación dada alcanza en algún momento su punto álgido, instante que se corresponde con la imagen más significativa. Cartier-Bresson, maestro en esta técnica, poseía la sensibilidad para apretar el disparador en el momento oportuno. Los avances tecnológicos de la década de los treinta, en concreto las mejoras en las cámaras pequeñas como la Leica, así como en la sensibilidad de la película, facilitaron aquella técnica instantánea. Muchas de las imágenes de Cartier-Bresson tienen tanta fuerza en su concepción como en lo que transmiten y son consideradas a la vez trabajo artístico, documental y periodismo gráfico.

El corresponsal de guerra estadounidense Robert Capa comenzó su carrera con fotografías de la Guerra Civil española; al igual que Cartier-Bresson, plasmó tanto escenas bélicas como la situación de la población civil. Su fotografía de un miliciano herido dio la vuelta al mundo como testimonio del horror de la guerra. Capa también cubrió el desembarco de las tropas estadounidenses en Europa el día D durante la II Guerra Mundial y la guerra de Indochina, donde halló la muerte en 1954. Otra fotógrafa, la italiana Tina Modotti, también estuvo en España durante la Guerra Civil como miembro del Socorro Rojo. Asimismo, el español Agustín Centelles realizó una importante labor documental durante la guerra, tomando fotografías tanto del frente como de la retaguardia, entre ellas las de los bombardeos de la población civil. En México, Agustín Víctor Casasola recogió en su obra conmovedoras imágenes de la Revolución Mexicana y de Pancho Villa. Más recientemente, el fotógrafo británico Donald Mc Cullin ha realizado trabajos en los que recoge imágenes de los efectos devastadores de la guerra, que se recopilaron en dos volúmenes bajo los títulos La destrucción de los negocios (1971) y ¿Hay alguien que se dé cuenta? (1973).

 Fotografía y cinematografía ultrarrápidas  

La mayoría de las cámaras modernas permiten exposiciones a velocidades de hasta 1/1.000 segundo. Se pueden conseguir tiempos de exposición más breves si se ilumina el objeto con un pequeño destello de luz. En 1931, el ingeniero estadounidense Harold E. Edgerton desarrolló una lámpara estroboscópica electrónica con la que consiguió destellos de 1/500.000 segundo, que le permitía fotografiar la trayectoria de una bala. Mediante una serie de destellos se pueden captar en el mismo fragmento de película las progresivas fases de objetos en movimiento, tales como un pájaro volando. La sincronización del destello del flash y del objeto en movimiento se logra con una célula fotoeléctrica que acciona la lámpara estroboscópica. La célula fotoeléctrica actúa al ser iluminada por el haz de luz, que se interrumpe por el objeto en movimiento tan pronto como éste entra en el campo visual de la cámara.
Más recientemente se han desarrollado obturadores ultrarrápidos electro-ópticos y magneto-ópticos que permiten tiempos de exposición de hasta varios miles de millonésimas de segundo. Ambos obturadores actúan por el hecho de que en algunos materiales el nivel de la luz polarizada es alterado bajo la influencia de un campo magnético o eléctrico. El disparador magneto-óptico consiste en un cilindro de cristal situado en el interior de una bobina. A cada lado del cilindro de cristal hay un filtro de polarización. Ambos filtros están cruzados para que cuando la luz pase a través del primero se polarice y quede interrumpida por el segundo. Si un pequeño impulso eléctrico pasa a través de la bobina, el nivel de polarización de la luz en el cilindro de cristal se alterna y la luz puede pasar a través del sistema.


El obturador electro-óptico, construido de un modo similar, consiste en una célula con dos electrodos llena de nitrobenceno que está situada entre los dos filtros cruzados de polarización. El nivel de polarización dentro del líquido cambia al recibir un pequeño impulso eléctrico en los dos electrodos. Los obturadores electro-ópticos se han utilizado para fotografiar la secuencia de las diferentes fases en la explosión de una bomba atómica. El movimiento a alta velocidad puede estudiarse también con la cinematografía ultrarrápida. Las técnicas convencionales, en las que fotografías individuales fijas son tomadas en una secuencia rápida, permiten un máximo de 500 fotogramas por segundo. Se pueden conseguir hasta un millón de fotos por segundo al mantener la película fija y usar un espejo alternador rápido (de hasta 5.000 revoluciones por segundo), que mueve las imágenes por un orden secuencial. Para frecuencias extremadamente altas, como mil millones de fotos por segundo, se descartan los métodos ópticos tradicionales y se utilizan tubos de rayos catódicos.


Fotografía aérea 

Las cámaras especiales, instaladas en aviones sobre soportes antivibraciones, suelen estar equipadas con varias lentes y con grandes cargadores de película. Se utilizan en inspecciones de superficies extensas de terreno para cartografía, en el análisis del crecimiento de las ciudades para su posterior urbanización, en el descubrimiento de restos de antiguas civilizaciones y para observar la Tierra y la distribución de la fauna y de la flora. Las cámaras montadas en los satélites también se utilizan para este tipo de fotografía. La vigilancia y el reconocimiento militar es una aplicación especial de la fotografía aérea. Algunos satélites de reconocimiento están provistos con potentes teleobjetivos que producen imágenes de alta definición con los que pueden observar automóviles e incluso objetos más pequeños. Los métodos fotográficos modernos desde satélites, que hasta hace poco eran utilizados casi exclusivamente con fines militares, de espionaje y meteorológicos, son empleados, cada vez más, por los geólogos para descubrir recursos minerales y por las agencias de noticias con el fin de obtener al instante fotografías sobre sucesos que se producen en cualquier parte del mundo.
 



Fotografía submarina 

Las cámaras submarinas precisan de una caja o carcasa herméticamente cerrada, con una ventana de cristal o de plástico delante del objetivo. Durante las horas diurnas, se pueden tomar fotografías a profundidades de hasta 10 metros. Para tomas más profundas se necesita luz artificial, como la del flash electrónico o focos. La calidad de las fotos depende de la claridad del agua. En aguas turbias o llenas de partículas, que reflejan la luz, éstas impiden hacer fotografías, excepto primeros planos. En este medio, los fotógrafos suelen utilizar objetivos de gran angular para compensar el efecto de aumento que se produce debajo del agua (todo parece estar un 25% más cerca de lo que está en realidad). Esto se debe a que el nivel de refracción en el agua es mayor que en el aire. Captar con una cámara la belleza del mundo acuático es una actividad popular entre los aficionados al submarinismo. Las cámaras especiales submarinas, con carcasas altamente resistentes a la presión, se utilizan también para la exploración marina a grandes profundidades.


Fotografía científica  

En la investigación científica, las placas y películas fotográficas se encuentran entre los elementos más importantes para la fotografía, no sólo por su versatilidad, sino también porque la emulsión fotográfica es sensible a los rayos ultravioleta e infrarrojos, a los rayos X y gamma y a las partículas cargadas. La radiactividad, por ejemplo, fue descubierta al ennegrecer accidentalmente la película fotográfica. Muchos instrumentos ópticos, como el microscopio, el telescopio y el espectroscopio, se pueden utilizar para obtener fotos. Otros instrumentos, como los microscopios electrónicos, osciloscopios y terminales de ordenador, están equipados también con mecanismos para tomar fotos o con adaptadores que permiten el empleo de una cámara normal. En los laboratorios se suelen utilizar cámaras Polaroid para obtener imágenes de los resultados de la investigación con rapidez. Una de las actividades más importantes en la investigación sobre la física de partículas es el estudio de miles de fotos tomadas en las cámaras de burbujas de los detectores de partículas con el fin de encontrar interacciones entre ellas. Mediante el uso de películas especiales se puede fotografiar directamente el rastro o la estela de partículas cargadas.

La fotografía que capta imágenes de rayos X, llamada radiografía, se ha convertido en un importante medio de diagnóstico en medicina. La radiografía, que utiliza potentes rayos X o gamma, se emplea también para descubrir defectos estructurales y de soldadura en recipientes de presión, tuberías y piezas mecánicas, en especial aquellas que son esenciales por medidas de seguridad, como las de centrales nucleares, aviones y submarinos. En muchos casos la película, protegida de la luz en un envoltorio estanco, se aplica contra un lado del objeto mientras que éste recibe la radiación desde el otro. La fotografía de los rayos X se utiliza también para estudios estructurales de materiales cristalinos. Con el desarrollo del láser, una técnica llamada fotografía sin lente, la holografía, es capaz de reproducir imágenes en tres dimensiones.
 



Fotografía astronómica  

En ningún otro campo de la ciencia la fotografía ha desempeñado un papel tan importante como en la astronomía. Al colocar una placa fotográfica en el plano focal de un telescopio, los astrónomos pueden obtener imágenes exactas de la situación y brillo de los cuerpos celestes. Comparando fotografías de la misma zona del cielo, tomadas en diferentes momentos, se pueden detectar los movimientos de ciertos cuerpos celestes, como los cometas. Una importante cualidad de la placa fotográfica utilizada en astronomía es su capacidad para captar, mediante exposiciones de larga duración, objetos astronómicos casi imperceptibles que no pueden ser observados visualmente.
En los últimos tiempos se ha mejorado la sensibilidad de la fotografía mediante técnicas que permiten una mayor precisión de la imagen. En un proceso conocido como efecto fotoeléctrico, la luz de las estrellas libera electrones en un fotocátodo situado en el plano focal del telescopio. Los electrones liberados se dirigen hacia una placa fotográfica para formar la imagen. Gracias a ciertas técnicas informáticas se consiguen imágenes más detalladas y exactas procedentes, en ocasiones, de fotografías del espacio exterior borrosas y alejadas. Los ordenadores digitalizan la información fotográfica y después la reproducen con una definición mayor.


Microfilmación  

Consiste en reducir las fotos a un tamaño muy pequeño. Una de sus primeras aplicaciones fue la fotografía de cheques de banco en la década de 1920. En la actualidad, esta técnica se utiliza para almacenar información que de otro modo necesitaría mucho espacio. Por ejemplo, los periódicos y las revistas se fotografían en una pequeña película que puede visionarse con proyectores provistos de sistemas que permiten encontrar con rapidez las páginas deseadas. Otra aplicación es la microficha, un tipo de película de 10 × 15 cm en la cual se pueden almacenar hasta 70 fotogramas correspondientes a otras tantas páginas de texto. Cada fotograma puede observarse individualmente en un proyector. Este sistema hace posible almacenar el catálogo total de una biblioteca en un número reducido de microfichas.

Fotografía infrarroja  

Las emulsiones fotográficas pueden hacerse sensibles a los rayos infrarrojos de la parte invisible del espectro con tintes especiales. La luz infrarroja atraviesa la neblina atmosférica y permite realizar fotografías claras desde largas distancias o grandes altitudes. Debido a que todos los objetos reflejan la luz infrarroja, pueden ser fotografiados en total oscuridad. Las técnicas de fotografía infrarroja se emplean siempre que tengan que detectarse pequeñas diferencias de temperatura, capacidad de absorción o reflexión de la luz infrarroja. Algunas sustancias, especialmente de tipo orgánico, como los vegetales, reflejan con más potencia la luz infrarroja que otras. Las películas infrarrojas presentan una tendencia a reproducir como blancos los tonos verdes de las hojas, sobre todo si se utiliza un filtro rojo oscuro. La película infrarroja tiene muchas aplicaciones militares y técnicas, como por ejemplo la detección de camuflajes, los cuales aparecen más oscuros en la fotografía que las zonas de alrededor. Este tipo de fotografía también se utiliza para diagnósticos médicos, para descubrir falsificaciones en manuscritos y obras pictóricas, y para el estudio de documentos deteriorados. Se ha empleado, por ejemplo, para descifrar los Manuscritos del Mar Muerto.
 
Fotografía ultravioleta  

Las películas normales son sensibles a la luz ultravioleta. Uno de los métodos para realizar este tipo de fotografía consiste en utilizar una fuente de luz ultravioleta para iluminar al objeto, de forma que el objetivo de la cámara esté provisto de un filtro que permita únicamente el paso de esta luz. Otro método se sirve de la fluorescencia causada por la luz ultravioleta. El filtro del que está provista la cámara absorbe la luz ultravioleta y permite el paso de la fluorescente. Una importante aplicación de este tipo de fotografía es el estudio de documentos falsificados, ya que la luz ultravioleta detecta los rastros de escritura borrada.
Los plásticos y otros productos químicos que reaccionan a la luz ultravioleta sustituyen a la emulsión de haluros de plata de las películas normales en diversos procesos, para producir imágenes fotográficas con la gama ultravioleta del espectro. En uno de estos procesos la superficie de sustancias plásticas expuestas a los rayos ultravioleta se endurece en proporción directa a la exposición, y la eliminación de las zonas no endurecidas hace surgir una imagen fotográfica. En otros procesos se coloca una fina película de productos químicos entre las hojas de plástico. Estos productos químicos emiten burbujas de gas en cantidades proporcionales a la exposición recibida en la zona cuando se les expone a los rayos ultravioletas. Las burbujas crecen y se hacen visibles con la aplicación de calor en las hojas, creando así una transparencia en la que las burbujas de gas forman la imagen. Otro tipo de plástico, al ser calentado, reacciona químicamente con las burbujas de gas, de modo que se obtiene en las hojas de plástico una imagen positiva con manchas. La película foto cromática, creada por la National Cash Register Company, utiliza un tinte sensible a la luz ultravioleta. Se pueden obtener enormes ampliaciones, ya que este tinte no posee estructura granular. Por ejemplo, se pueden conseguir ampliaciones de una película que contenga un libro entero en un espacio del tamaño de un sello o estampilla de correos.



OPTICA FOTOGRÁFICA

 



El objetivo es la parte más importante de nuestra cámara fotográfica, pues de él depende casi totalmente la obtención de una buena calidad en nuestras fotografías. 
Muchos principiantes cometen el error de infravalorarlo, adquiriendo la mejor cámara con ópticas de un nivel mediocre.  ¡Grave error!



Los objetivos se clasifican según su longitud focal y su luminosidad.

Técnicamente, la longitud focal se refiere a la distancia del plano focal desde el punto nodal posterior de un objetivo en el que los sujetos quedan enfocados en el infinito (normalmente, desde la superficie sensible hasta el diafragma).

La luminosidad o diafragma máximo de un objetivo es el diámetro de apertura del objetivo mismo, expresado en la fracción total de su longitud focal, por ejemplo:

                        Long. Focal
                           50 mm
                        ___________=  1,6 de luminosidad

                         diámetro
                          30 mm

Creer que un objetivo es mejor si es más luminoso, es un concepto erróneo y bastante generalizado.  De hecho, para obtener valores muy altos de luminosidad (f 1, 2-1, 4-2) se requieren esquemas ópticos muy complejos, con un número elevado de lentes, que en ciertos casos no guardan ninguna relación con la calidad de la imagen.  Recordemos que los objetivos dan mejor calidad con el diafragma bastante cerrado.


El uso de objetivos muy luminosos es necesario en todos aquellos casos en que las condiciones de luz sean extremadamente críticas, así como para obtener efectos particulares con la profundidad de campo.

Las ópticas se realizan, por lo general, con esquemas ópticos más simples, que garantizan un alto nivel de calidad.


Tipos de objetivo y su longitud focal

Podemos dividir la familia de los objetivos en cuatro grupos:
Antiquísimo lente con montura de bronce

-                     Focal corta;
-                     Focal media;
-                     Focal larga;
-                     Focal variable.

   
FOCAL CORTA

A esta categoría pertenecen los gran angulares.

Estos objetivos comprenden un campo notablemente amplio, de 60º a 90º, a veces hasta 100º.
 
Reducen la imagen con respecto a la vista humana, tienen luminosidad media y son las ópticas más adecuadas para paisajes y arquitecturas de interior y exterior.

Los gran angulares particularmente exagerados tienden a crear distorsiones de la imagen, por lo que deben usarse con mucha atención; debe evitarse su uso en el retrato y en las fotografías de personas en general.

Los objetivos gran angular abarcan un mayor ángulo de visión y una profundidad de campo extensa, y pueden así proporcionar una generosa vista del contexto en el que está la modelo, ya que tanto los detalles lejanos como los cercanos a la cámara se mantienen con la misma definición.  El enfoque es menos decisivo que con objetivos más largos.  Un objetivo de 35 mm o de 28 es la mejor elección, aunque pueden usarse objetivos más cortos para efectos de distorsión.  En interiores, cuando se pretende abarcar más de lo que permite un objetivo normal, un gran angular es esencial.  Sin embargo, en el estudio puede ser difícil excluir los bordes de los papeles del fondo.


FOCAL MEDIA

Los objetivos de este grupo son conocidos como "normales".  Generalmente, suelen ir incorporados de serie en la cámara.

Este tipo de focal, sobre todo en el formato Leica, puede ser extremadamente luminoso (f 1,2-1,4) y comprende un campo de casi 45º, además no agranda ni reduce la imagen porque se ajusta a las proporciones de la vista humana.  La óptica normal, en teoría, debería ser adecuada para todos los géneros fotográficos; sin embargo, en la práctica frecuentemente resulta limitada.  Quien elige trabajar con este objetivo debe acomodar sus propias exigencias estilísticas a las posibilidades que éste ofrece.

Es, sin embargo, un objetivo indispensable en la fotografía genérica, en la reproducción y en la macrofotografía.

Un objetivo estándar (esto es, con una distancia focal entre 45 y 50m) es excelente par planos enteros, especialmente en exteriores.  Si se diafragma hasta f. 22, la profundidad de campo se extiende desde dos metros hasta el infinito, revelándonos el fondo con gran detalle.  Sin embargo, los objetivos estándar tienen también las mayores aberturas de diafragma (a menudo f. 1,7, a veces f. 1,25); ello ofrece muchas posibilidades: abrir el diafragma para difuminar un fondo que distraiga, solucionar tomas con luz débil o seleccionar una velocidad de obturación rápida para congelar el movimiento.

FOCAL LARGA

A esta categoría pertenecen los teleobjetivos, objetivos capaces de acercar y ampliar la imagen con respecto a la vista humana.  Actúan como unos verdaderos prismáticos, con un campo de toma muy estrecho (10º-5º), y poseen una luminosidad media (f 2,8-4).

En estos últimos años han aparecido en el mercado teleobjetivos extremadamente luminosos y con focales muy largas (300 mm, f 2).  Utilizan lentes de fluorita, de una gran calidad y un solo defecto: su elevado precio.

El teleobjetivo es muy útil en la fotografía deportiva, en el reportaje y en las fotografías de espectáculos y, de hecho, en todas las situaciones en que se está lejos del escenario donde tiene lugar la acción.

En el retrato y en la fotografía de personas en general es el más indicado, ya que consigue aislar al sujeto y no crea deformaciones de ningún tipo.

Los teleobjetivos le permiten tener un encuadre de cabeza a hombros sin incomodar a la modelo.  Además, la profundidad de campo limitada facilita el difuminado de un fondo confuso.  Los teleobjetivos más útiles para hacer retratos son los de longitud focal entre 80 y 105 mm; pueden utilizarse en habitaciones poco espaciosas, y permiten tener contacto oral con la modelo.  Los objetivos entre 80 y 105 mm dan una perspectiva del rostro favorable.

FOCAL VARIABLE

A este grupo pertenece el zoom, objetivo que puede contener en un único cuerpo más de una focal.

Accionando un dispositivo se mueven las lentes del interior, haciendo posible pasar de una posición de gran angular a la de teleobjetivo, a través de todas las focales intermedias.
 
Hoy existe la tendencia de adquirir la cámara con la óptica normal pero con un zoom (35-105 mm 0 28-75 mm).  Los mismos fabricantes se orientan hacia esta presentación, que resulta interesante y económica.

Últimamente, estos objetivos han sido notablemente mejorados ópticamente con respecto a las primeras presentaciones en el mercado.  El profesional, sin embargo, sigue prefiriendo el uso de ópticas simples que garantizan una calidad decididamente superior.

Existe una relación entre longitud focal y formato de la máquina fotográfica.

Cuando un objetivo tiene una longitud focal de la misma medida que la diagonal del formato en uso, se define como focal media (ejemplo: en formato 24 X 36, la diagonal es de 43 mm, por lo que el "normal" tendrá una longitud focal de casi 50 mm).

Todas las focales inferiores a la diagonal se definirán como focales cortas, en tanto que las superiores serán definidas como focales largas.

Naturalmente, las focales guardarán siempre relación con el formato de la cámara.

Objetivos zoom.  De hecho son los más caros, y se están poniendo al mismo nivel de calidad óptica que las lentes fijas.  Para fotografías de glamour, un zoom para retratos (digamos entre 70 y 150 mm) o un zoom de gran distancia focal (entre 80 y 200 mm) es generalmente más útil que un zoom gran angular para retratos (entre 30 y 70 mm).  Recuerde que los objetivos zoom son más pesados que los fijos, y pueden tener una abertura máxima más pequeña.

Los objetivos de efectos especiales tienen aplicaciones perfectamente válidas, aunque limitadas, en fotografías de desnudo y glamour.  Son demasiado caros para un uso ocasional, pero es divertido alquilar uno para un día de experimentación.


COMPARACION DE LAS OPTICAS

                            Formato                     Diagonal                    Objetivo
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                            24 X 36 mm              casi 50 mm                    50 mm
                        -------------------------------------------------------------------
      Focal               6 X 6  cm                        80 mm                   80 mm
      Media        -------------------------------------------------------------------
                            20 X 12 cm                     150 mm                  150 mm
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                            24 X 36 mm              casi 50 mm                    28 mm
                        ------------------------------------------------------------------
      Focal              6 X 6  cm                       80 mm                    45 mm
      corta          ------------------------------------------------------------------
                            10 X 12 cm                    150 mm                    90 mm
--------------------------------------------------------------------------------------------------
                            24 X 26 mm              casi 50 mm                   135 mm
                        -----------------------------------------------------------------
      Focal               6 X 6  cm                       80 mm                   200 mm
      Larga         ------------------------------------------------------------------
                            10 X 12 cm                    150 mm                   360 mm
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La óptica dentro de la cámara
 
La óptica dentro de la lente







 EL EQUIPO SLR


1.      Cámara SLR.  Al hacer su elección son factores importantes: la manejabilidad, la gama de objetivos y accesorios compatibles, la gama de velocidades de obturación y de sensibilidades de película, el sistema de automatización y el indicador del visor.  No sacrifique características importantes por una velocidad de obturación alta (1/2000), puesto que pocas veces se utiliza en fotografías de glamour.  Elija un automatismo con prioridad al diafragma preferiblemente a uno con prioridad a la velocidad de obturación: al seleccionar la obertura de diafragma manualmente es más fácil controlar la profundidad de campo.  Un mando de control de abertura con dos o tres subdivisiones intermedias entre los puntos facilita el control.  Si encuentra molestas las luces en el visor, elija un indicador de aguja, no un indicador LED (con diodo luminoso).  Algunos fotógrafos consideran esencial un dispositivo controlador que permita una comprobación visual de la profundidad de campo para cualquier abertura de diafragma.

2.      Trípode.  No sólo elimina las sacudidas de la cámara, sino que también facilita el control del punto de vista, el tema y la iluminación con precisión.  Evite la tentación de ahorrar con un modelo ligero.  Compruebe la estabilidad.

3.      Cable disparador.  Elija uno de 25 cm de longitud como mínimo.


Flash tipo antorcha o pedestal

4.      Flash portátil.  Es el más barato y más manejable de los sistemas de iluminación artificial.  La potencia varía, sin que ello tenga relación con el tamaño.  Elija el más potente dentro de sus posibilidades para conseguir la máxima luz rebotada: un cabezal móvil es prácticamente imprescindible.  Algunos modelos automáticos se programan al seleccionar en el dial la sensibilidad de la película y la abertura requeridas.  En modelos específicos las exposiciones con flash se controlan mediante el fotómetro TTL de la cámara.
Flash Vivitar con contacto central





5.      Cable sincronizador.  Permite utilizar una unidad de flash separado de la cámara.

Fotómetro
6.      Fotómetro de mano.  Simplifica la selección de la exposición adecuada en situaciones de iluminación difícil.  La mayoría de los modelos, permiten medir la luz incidente tan bien como la luz reflejada, y para ello están provistos de una cubierta difusora, que aumenta la gama de luz que puede captar el fotómetro.  Los fotómetros de célula de selenio no necesitan baterías, pero son menos exactos con luz débil que los de sulfuro de cadmio (CdS) o de silicona.

7.      Objetivos.  Además del objetivo estándar de 50 ó 55 mm, necesitará al menos un teleobjetivo (preferible en la gama 85-150 mm) y un objetivo gran angular (28 mm es una buena elección).  Los objetivos fabricados por las principales marcas de cámaras constituyen una mejor adquisición que los objetivos más baratos de firmas independientes, que pueden ser inferiores en definición, contraste y corrección de las aberraciones ópticas.  Los objetivos luminosos -esto es, con una abertura máxima amplia en relación a su distancia focal- le permiten reducir la profundidad de campo, para desenfocar un fondo confuso o para seleccionar una velocidad de obturación alta con luz débil.  Sin embargo, son más pesados y más caros que los objetivos normales.

8.      Equipo de limpieza.  El equipo mínimo consiste en un pincel con perilla para limpiar el polvo y papel especial para las superficies ópticas.

LAS PELICULAS FOTOGRAFICAS

Básicamente hay tres clases de películas fotográficas: en blanco y negro, en color negativas y en color inversibles.  En este volumen ocupamos exclusivamente del formato 24 X 36, que es el más difundido en la actualidad y el que permite elegir entre una gama más amplia de películas.


La sensibilidad de las películas, se expresa en valores de la escala ISO (International Standardizing Organization), surgida tras la fusión de las dos escalas que se utilizaban con anterioridad, ASA (estadounidense) y DIN (alemana).  En esta escala los valores ASA y DIN están reunidos; por ejemplo, ISO 100/21º significa que la película tiene una sensibilidad de 100 ASA, equivalente a 21º DIN.  Por sensibilidad se entiende la aptitud de la película para reaccionar frente a la acción de la luz.  Cuanto más elevado es el valor numérico de la sensibilidad, mayor es esa aptitud, es decir, que la película reacciona más deprisa cuando es alcanzada por los rayos luminosos enviados por el objetivo.  Por eso se habla también de películas lentas y rápidas.  En la escala ISO el primer valor indicado es el que se suele tomar en consideración, porque los aparatos modernos suelen tener la escala de los exposímetros marcada con dichos valores (ex ASA); es más, para abreviar, se suele decir 100 ISO, 200 ISO, etc., desechando el segundo valor.


Cuando se dobla el valor en la escala (siempre refiriéndose al primer número) eso corresponde al doble de sensibilidad.  Por lo tanto, una película de 200 ISO es el doble de sensible que una de 100 ISO, una película de 400 ISO es el doble de sensible que una de 200 ISO, cuatro veces más que una de 100 ISO y ocho veces más que una de 50 ISO.

Durante los últimos años la técnica de fabricación de emulsiones sensibles ha obtenido éxitos muy importantes, que han dado como resultado la fabricación de películas de alta sensibilidad y muy buena calidad, permitiendo unas sensibilidades que hace no muchos años serían impensables.  Hoy disponemos de películas de 1600 ISO, incluso de 3200 ISO y más aún.  Algunas de ellas requieren un "tiraje" en el transcurso del tratamiento, pero cualquier laboratorio bueno puede hacerlo sin problemas.

Sin embargo, las películas ultra sensibles sólo se deberían usar en caso de verdadera necesidad, porque su rendimiento, aunque aceptable, sigue siendo notablemente inferior, sobre todo en color, al de las películas de sensibilidad media o baja (100 ISO, 50 ISO o 25 ISO).  El rendimiento de los colores y contrastes de estas últimas es más fiel y brillante, con imágenes carentes de "grano" que pueden soportar grandes aumentos y la proyección en pantallas, en el caso de las diapositivas.  De todos modos, el rendimiento de la sensibilidad de las películas de sensibilidad media-alta (200 - 400 ISO) también es muy bueno.

Así pues, la sensibilidad se tiene que elegir de acuerdo con el uso que se va a hacer de la película.  Por ejemplo, para fotografiar en interiores con poca luz y sin flash, o en exteriores con teleobjetivos de cierta potencia y sin trípode, el uso de una película de alta sensibilidad muchas veces no sólo es aconsejable, sino indispensable.

Películas en blanco y negro.  Hoy día se usa mucho menos el blanco y negro que el color, porque entre otras cosas, para obtener buenos resultados, el revelado de la película y el tiraje de las copias lo tiene que hacer uno mismo, ya que los laboratorios están automatizados y el blanco y negro requiere un cuidado especial, muy personal.  El blanco y negro brinda más posibilidades que el color para que el fotógrafo haga su propia interpretación de la realidad, para que construya imágenes siguiendo un propósito muy concreto, a lo que contribuye la elaboración en la fase de tiraje, con la elección de tonos, contrastes, corte de la imagen, tipo de papel, etc.  A partir del mismo negativo, el fotógrafo puede obtener imágenes muy distintas desde el punto de vista expresivo.

Películas negativas en color.  De uso muy generalizado, dan lugar a imágenes negativas con colores complementarios de los reales (aunque esto no resulta tan evidente ya que por razones técnicas una capa naranja enmascara los colores).  Durante el tiraje se produce la inversión de los colores, de modo que en la copia aparecen los reales.  El problema de las películas negativas en color es que no siempre se reflejan en ellas todas sus posibilidades, dada la estandarización de los procesos de revelado y tiraje automáticos.

Películas inversibles en color.  Son las más aconsejables, aunque no resulten tan fáciles de usar como las negativas, pues con ellas la fase de toma de vistas es crucial, tanto en lo que respecta a la exposición, que tiene que ser muy exacta, como al encuadre de la imagen, que no se puede cambiar.  Proporcionan fotogramas positivos en la misma película, que después del revelado se somete a un tratamiento de inversión de modo que la imagen pasa de ser negativa a positiva.  Así se evita el paso del tiraje, que de todos modos también se puede hacer, con papel inversible, partiendo directamente de las diapositivas.  Evidentemente, éstas tienen formato de película, y hay que observarlas por transparencia, con visores que la aumentan, o proyectándolas.

Si la exposición es correcta, estas películas son las que tienen más calidad cromática, por lo que constituyen el mejor material sensible en color.  El fotógrafo, al observar sus diapositivas, tiene un conocimiento exacto de los resultados que ha conseguido, lo cual es muy positivo también para el principiante.
  
EL ENCUADRE Y LA COMPOSICION

Un buen encuadre incluye lo esencial y desecha los elementos inútiles y perturbadores.  Es un resultado que se puede obtener eligiendo el objetivo, es decir, el ángulo de campo más apropiado, pero también con una buena elección de la profundidad de campo, que como se ha dicho permite separar el fondo, desenfocándolo, si se considera oportuno.  Hay que estudiar la colocación de lo que se pretende incluir en el encuadre para que todos los elementos que formen la imagen estén armoniosamente organizados en ella.

La composición de la imagen fotográfica, al igual que otras obras de arte como los cuadros o las esculturas, tiene una importancia crucial para la validez el resultado.


Además, en la fotografía en color también hay que tener en cuenta los tonos cromáticos, sus combinaciones y su distribución.  El contraste cromático más elevado tiene lugar cuando un color saturado está al lado de su complementario, también saturado (por ejemplo, amarillo y añil, magenta y verde, azul verdoso o cian y rojo).  Cuando se hacen combinaciones armoniosas de colores se obtienen resultados muy vistosos.

Todo esto resultará más claro si se observa el "círculo de los colores", en el que se da forma circular al espectro formado por la descomposición de la luz, uniendo sus dos extremos.  En él los colores opuestos, que comparten un mismo diámetro de la circunferencia, son complementarios, y dan un fuerte contraste cromático cuando se juntan; en cambio, los colores contiguos armonizan entre sí.  Además de esto, la presencia en una imagen del negro (o de un tono muy oscuro) destaca la luminosidad de los colores cercanos, mientras que el blanco hace que parezcan más intensos, por contraste con su luminosidad.

Cuando se incluye en una composición un sujeto cercano o un detalle destacado, se puede recurrir al clásico número áureo: dividamos mentalmente el rectángulo de la composición en tres tercios verticales y tres tercios horizontales (ver el esquema).  Las cuatro líneas que dividen el rectángulo y en concreto sus puntos de intersección A, B, C y D indican las posiciones donde se puede colocar el punto de interés de la fotografía para que la composición resulte bien proporcionada.  Es la llamada "regla de los tercios", a la que también se puede recurrir para colocar la línea del horizonte en la imagen.  Por otro lado, es importante que esta línea aparezca en la fotografía completamente horizontal, porque en caso contrario toda la imagen parecería desequilibrada, "inclinada".  También es fundamental la elección del punto de toma. 

La relación espacial entre los distintos planos de la imagen, y sobre todo entre el primer plano y el fondo, puede cambiar mucho si se varía ese punto y si además se utiliza una distancia focal apropiada.  De esta forma se puede elegir la mejor perspectiva y además se evita el riesgo de cometer errores como las superposiciones desagradables (por ejemplo, cuando coinciden colores parecidos en el fondo y en el primer plano, diluyendo el contorno de este último), o efectos indeseables (como un palo que "despunta" de la cabeza de una persona).


La ley de los tercios
  
Partiendo de las dos líneas imaginarias del horizonte se trazan otras dos iguales en la vertical, los cuatro puntos en los que se cruzan, son los puntos de máximo interés. En uno de esos puntos colocaremos el objeto que deseamos resaltar del resto. Inconcientemente, el observador intentará buscarlo ahí, si lo encuentra sentirá que la imagen está equilibrada. También, el objeto principal puede alejarse de los puntos hacia fuera, creando una sensación de amplitud con cierto desequilibrio que puede resultar muy efectiva si es lo que buscamos

El horizonte

El horizonte es cualquier línea que divide la imagen horizontalmente en distintas zonas. Para que la imagen resulte equilibrada, el horizonte se debe situar en una de las dos líneas que dibujaremos imaginariamente y que dividen el encuadre en tres partes iguales.


A

B


C

D







Descentrar el objeto suele dar buenos resultados estéticos.  Para conseguir una buena composición, se puede tener en cuenta el clásico número áureo, simplificado en la llamada "regla de los tercios"

 
COMPOSICION FOTOGRAFICA

Los Encuadres

El corte fotográfico relativo a las personas está sujeto a ciertos cánones convencionales que el amante de la fotografía debe conocer.

·        Figura entera: sujeto tomado de pies a cabeza.

·        Plano americano: sujeto tomado desde la cabeza hasta las rodillas.

·        Plano medio: sujeto tomado desde la cabeza hasta la cintura.

·        Primer plano: cabeza y hombros comprendidos.

·        Primerísimo plano: cabeza y cuello.

·        Detalle o close-up: toma de los ojos, la boca, la nariz, en particular.

En el retrato es fundamental establecer un diálogo con el sujeto.  Recuerda siempre que estás tomando a un ser humano, y como tal debes tratarlo; a diferencia de un objeto, que acepta nuestras particularidades, nuestras pérdidas de tiempo, el sujeto difícilmente acepta el ojo indiscreto de la cámara con tranquilidad.

  
Antiguo fotómetro inglés

 
Sólido objetivo con montura de bronce

Antigua ampliadora para negativos blanco y negro
Hermosa cámara tipo "cajón" con sus porta placas
 
Vieja fotografía tomada en algún lugar de Francia, alguna vez...


















Objetivo muy antiguo para cámaras KODAK
Aberturas de difragmas, a mayor número menor es su abertura y viceversa. A menor abertura se logra mejor nitidez y mayor profundidad de campo. 
Antiguo lente de bronce
Hermosa cámara Leica Modelo M9 Red Leather Edition
Vieja cámara porta placas